Aparcar en Irun debe dejar de ser una odisea

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Irun tiene que apostar por una ciudad inteligente y medioambiental, accesible y amigable, actual y de futuro. Se trata de idear Irun en una ciudad inteligente, más comúnmente una Smart City. Es decir, el desarrollo urbano de Irun, debería basarse entre otras cuestiones, en la sostenibilidad. Una sostenibilidad que fuera capaz de responder adecuadamente a las necesidades básicas de la ciudad y sus personas.

Para que Irun pueda ser esa ciudad de futuro, sostenible, amigable, accesible… el Ayuntamiento debería apostar por inversiones dirigidas a las personas, a aspectos sociales, a infraestructuras de energía y de transporte, y a tecnologías de comunicación. En definitiva, debería contemplar y promover una calidad de vida elevada, un desarrollo económico-ambiental sostenible, una gobernanza participativa, una gestión prudente y reflexiva con los recursos naturales, así como un buen aprovechamiento del tiempo de la ciudadanía.

Ahora bien, para conseguir esa ciudad de futuro, Irun debe ir solventando cuestiones como por ejemplo, la gestión y la oferta de los aparcamientos en la ciudad. Actualmente, muchos barrios sufren la falta de aparcamientos en superficie y encontrar un sitio donde aparcar el vehículo particular resulta una odisea. En los últimos años, el gobierno socialista y su alcalde Santano han ido desarrollando políticas que, en lugar de ayudar y aliviar la problemática, la incrementan. Hoy por hoy, el uso del vehículo privado es para muchos/as una necesidad, por ello antes de implantar ninguna medida, por muy certera que sea, primeramente debes concienciar y segundo, debes proporcionar alternativas viables. No sirve el si porque si.

En la actualidad, hemos podido comprobar que las políticas de aparcamiento y movilidad en Irun son erróneas. Nos encontramos ante una situación a la que es necesario dar respuesta, y desde EAJ-PNV hemos trabajado y planteado soluciones a corto y largo plazo. Es indispensable establecer un modelo de movilidad sostenible que busque la convivencia entre todos los medios de transporte públicos y particulares de nuestra ciudad. En ese sentido, hemos trabajado diferentes medidas a desarrollar; a corto plazo, acondicionar “bolsas” de aparcamientos en explanadas municipales, aún siendo provisionales. Como por ejemplo en la Avda. Iparralde, en la parcela Villa Madariaga, en c/ Miguel de Ambulodi (Txenperenea) y frente al Instituto Plaiaundi. Tres propuestas totalmente viables que hicimos al Presupuesto de 2020, pero que fueron rechazadas por el resto de los grupos. A medio plazo, elaborar un Plan de Choque sobre el Aparcamiento, promover tarifas reducidas para la primera hora de OTA, habilitar zonas de aparcamiento exprés y ampliar las plazas para Residentes. Y finalmente, a largo plazo, los jeltzales proponen negociar con la Diputación la cesión de uso de suelo para aparcamientos junto a la nueva Residencia de Arbes y estudiar la construcción de nuevos parkings públicos, en Belaskoenea, en Dunboa, y en Artia, bajo la ladera Belartza.

Aparcar en Irun debe dejar de ser una odisea para los/as irundarras, y nosotros proponemos soluciones. Debemos facilitar el acceso a nuestra ciudad. Es hora de diseñar ciudad mirando al futuro y no conformándonos con medidas cortoplacistas, que han llevado a Irun a ser una ciudad gris. Porque no, Irun puede ser verde o azul, puede ser Aiako Harria y rio Bidasoa. Puede ser lo que los y las irundarras quieren que sea. Irun lleva años supeditado a decisiones erróneas, a constantes improvisaciones. Por ello es tan importante para nosotros/as que, Irun se construya desde la participación, donde todos puedan dar su opinión. Lejos de decisiones individuales e intereses partidistas.