Santano está bloqueando 7 millones de euros que servirían para mejorar Irun y el bienestar de sus personas

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Hace meses venimos observando y denunciando la incapacidad del Alcalde para buscar acuerdos entre diferentes. Acuerdos imprescindibles para sacar adelante propuestas que permitan avanzar y mejorar a Irun. Pero esa incapacidad para acordar, nos condena a la parálisis y al estancamiento. Son proyectos concretos, necesidades detectadas, peticiones ciudadanas concretas las que están congeladas, guardadas en un cajón, porque el Alcalde no quiere, o no es capaz de llegar a acuerdos con ningún otro grupo político.

A día de hoy el Ayuntamiento de Irun se encuentra en situación de prórroga presupuestaria, aunque, en el pleno de marzo, la mayoría de la corporación aprobó una moción instando al Alcalde a convocar ya el Pleno de Presupuestos. Ante tal situación, los y las miembros del gobierno socialista y el propio alcalde Santano, se empeñaron en trasladar el mensaje de que la falta de presupuestos era inocua, esto es, no tenía afección y no suponía un problema.

Una prórroga es un mecanismo que permite a una institución mantener la actividad y rematar las inversiones en marcha, no obstante le impide iniciar nada nuevo: ni nuevas inversiones, ni nuevos programas de bienestar social, ni las propuestas ciudadanas de los presupuestos participativos. Es decir, estancamiento y parálisis.

No estamos hablando de minucias. En estos momentos, Irun está gestionando un presupuesto prorrogado de 70,5 millones de euros en vez de los 77,5 millones a los que ascendería el presupuesto 2019. Esto son 7 millones en actuaciones en barrios, mejoras en bienestar social y nuevas inversiones que no estamos llevando a cabo, por la incapacidad del Alcalde de acordar con diferentes. Ha pasado un mes desde la aprobación de la moción y no hay visos de que se quiera iniciar la tramitación de los presupuestos de la ciudad.

Es más, la situación de parálisis se está agravando. Hace unos días se cerró la liquidación del ejercicio 2018 y el Ayuntamiento dispone de otros 6 o 7 millones de euros (el importe final se sabrá en los próximos días en función de los créditos de 2018 que se incorporen a 2019).

En otras ciudades de nuestro entorno, los gobiernos municipales ya han anunciado las nuevas actuaciones e inversiones que van a llevar a cabo con ese dinero de los resultados de la liquidación de 2018. Irun, no. El mecanismo para movilizar estos recursos es sencillo y conocido: una modificación de crédito que se apruebe en Pleno.

Es imprescindible acordar y aprobar una modificación de crédito que permita a Irun movilizar los recursos de los que ya dispone, con el mayor consenso posible de los grupos municipales. Una modificación de crédito que refleje la pluralidad de nuestra ciudad y que permita paliar mínimamente, la situación de estancamiento y prórroga presupuestaria que sufre Irun.

 Por todo lo anterior, hemos registrado una moción para el próximo pleno municipal, que se celebrará el 26 de abril. Moción en la que exigimos a alcalde Santano, que inicie la negociación con los grupos políticos, para poder llevar una propuesta de modificación de crédito al Pleno del próximo mes de mayo, que nos permita aplicar los recursos disponibles tras el cierre de la liquidación del ejercicio 2018.